domingo, 1 de julio de 2012

A examen

Se pasan un rato callados, luego se miran entre ellos. Al final, el hombre llamado Marcus habla en voz baja con otro de los hombres y una de las mujeres. Deben de ser ellos los que están a cargo de decidir si nos permiten entrar o nos dejan fuera. Sophie nos prometió llevarnos a un lugar seguro, y aquí estamos, pero realmente no prometió que fuésemos a entrar. Intento echar mano de las pocas esperanzas que me quedan para no desmoronarme. Necesito comer, dormir... Mataría por una ducha caliente.
- Bien, hemos deliberado un poco -dice Marcus al fin-. Dejaremos que entréis y paséis aquí la noche, tal vez los próximos días. Más adelante tomaremos una decisión definitiva... Sin embargo, antes de que entréis, debemos asegurarnos de que ninguno estáis infectado.
- No lo estamos -dice Lukas. Marcus hace un gesto con la mano, como restando importancia a lo que Lukas ha dicho.
- Lo siento, pero que lo digáis no es suficiente -explica-. Tenemos que comprobarlo nosotros mismos. Desnudaos, vamos a asegurarnos de que no tengáis mordeduras.
- ¿Qué?
Mishel retrocede un par de pasos a mi lado y pienso que esto es lo peor que se les podía ocurrir, después de lo que ella ha pasado.
- ¿No podríamos...? -empiezo a decir. Marcus me corta.
- No es negociable. Si pasáis la revisión podéis entrar, si no, lo siento pero os quedaréis fuera. Si realmente no estáis infectados no tenéis nada que temer.
Nos miramos entre nosotros. Al final, doy un paso al frente. Es el fin del mundo, la dignidad queda en un segundo plano.
- Las damas primero -dice Marcus mientras me empiezo a desvestir.


Alex se quita la chaqueta y los haces de luz se dirigen hacia ella. A medida que se quita la ropa las heridas de su cuerpo van quedando al descubierto y empiezo a distinguir cortes, cardenales, arañazos... Tendría que haber llegado antes de que aquellos cabrones le pusieran un dedo encima, debí ser más rápido y ella no habría tenido que pasar por algo así. Se queda en ropa interior, pero ellos le piden que se lo quite todo. Supongo que llegado este punto ya le da igual, porque lo hace sin oponer la menor resistencia. Los demás iluminan cada palmo de su cuerpo y examinan cada herida hasta convencerse de que no supone un peligro. No me había dado cuenta de lo delgada que está, pero ahora que no lleva ropa puedo ver claramente todas sus costillas marcadas en la piel. Se mueven cuando respira. Es apetecible... Tengo que pensar en otra cosa y reprimir el instinto de lanzarme a su cuello. Miro hacia otro lado y espero a que vuelva a ponerse la ropa para respirar.


Sin embargo, luego es peor. Le toca el turno a Mishel y siento que voy a perder el control de un momento a otro solamente con su olor. Me alejo de ellos unos pasos pero sirve de poco. No sé qué voy a hacer si ahí dentro hay todavía más gente.


Se han tomado su tiempo para decidir que estoy limpia. Al menos se han convencido de que estoy sana a pesar de todas las heridas, algunas ni siquiera sabía que las tenía. Con Mishel ha sido más difícil, porque está aterrorizada. Les he pedido que la examinasen las mujeres para que estuviese más tranquila, pero aún así me ha costado convencerla de que se quitara la ropa. Al final, he tenido que quitársela yo mientras ella temblaba como una niña. Se ha puesto a llorar cuando le he quitado la camiseta porque no llevaba sujetador. No pudo encontrarlo después de que se lo arrancaran. Me paso el rato susurrándole palabras tranquilizadoras a pesar de que sirve de poco.
- ¿Qué es esto¿ ¿Es un mordisco? -dice una de las mujeres que la examinan.
Ella no responde, sólo me mira angustiada como esperando que haga algo para ayudarla. Les pido que no se alarmen y me dejen mirar. Si estuviera infectada, probablemente ya habría muerto a estas alturas, así que intento ver de qué se trata realmente la herida. Veo una hilera de pequeñas marcas en su hombro, un mordisco leve que ha dejado la piel rasgada en algunos puntos. Sin embargo, dudo que esto lo haya hecho un zombi. Apuesto a que fue uno de aquellos cabrones cuando la violaron. Intento explicárselo a esta gente.
- Esta herida la ha hecho una persona sana, no un zombi -les digo-. He visto las mordeduras de los zombis, la piel se pone morada alrededor y se infecta en poco tiempo. La enfermedad avanza rápido, ahora mismo ella estaría mostrando síntomas si estuviera infectada.
Con la expresión de su rostro, entiendo que no se han creído una palabra. 


Mierda.


- Ella se queda fuera, sigamos -dice Marcus prácticamente inexpresivo. No me da tiempo a hablar, cuando ve que voy a decir algo, añade-: Tengo que proteger a los míos, muchacha. No puedo poner en riesgo la vida de mi familia -luego se vuelve hacia Isaac y Lukas-. ¿Caballeros?


El grupo se vuelve hacia nosotros y trato de mantener una expresión neutra. Alex está ayudando a Mishel a ponerse de nuevo la ropa mientras intenta que mantenga la calma un momento. Lukas no protesta y se desnuda para dejar que lo examinen. Él está todavía más cerca de mí que las chicas y aguantar me cuesta todavía más. Aún así, intento mantenerme tranquilo para ganar algo de tiempo, no será fácil convencer a esta gente de que Mishel está bien, y no podemos dejarla fuera. Cuando acaban con Lukas, me empiezo a desvestir. Tengo muchas heridas en mi cuerpo, y muchas de ellas son mordeduras de los zombis. La mayoría, sin embargo, son sólo cicatrices ahora mismo. Los mordiscos menos graves se cierran en media hora, más o menos; los más graves pueden tardar dos horas. Ahora mismo, lo que ve la gente que me examina no es más que un montón de cicatrices cerradas y manchas de sangre bajo las que no hay herida. Me doy cuenta de que les sorprende, pero verlas cerradas los tranquiliza. Se fijan un poco más en la del tobillo, la que me contagió. Se nota que la herida que hubo allí era grave, pero se cerró al cabo de unos cuantos días. El disparo en el estómago es apenas una sombra, lleva varias horas curándose y pronto estará cerrado del todo.
- Está bien -dice Marcus-. Vosotros podéis entrar, si queréis, la rubia se queda aquí. 
- Por favor, sabéis que no es de un zombi -insiste Alex. De todas formas, creo que sabe que no van a ceder, pero empiezo a conocerla lo suficiente como para saber que ella tampoco lo hará. 
- Alex, Lukas, entrad vosotros -les digo-. Yo me quedo aquí esta noche con Mishel. Si la chica sigue sana dentro de veinticuatro horas, ¿os convenceréis de que no está infectada?


Tardan un rato en responder, pero si han visto algún contagio sabrán que es cuestión de horas, o incluso menos, que la persona muera. Así que es un punto a nuestro favor.
- Yo me quedo también -dice Alex. Bueno, me lo esperaba.
- No, tú entras -respondo-. Mishel estará segura conmigo, y será más fácil si sólo tengo que preocuparme de protegerla a ella. Pasaremos la noche dentro del todoterreno, justo aquí delante, así que si hay algún problema podemos pedir ayuda.
Marcus me mira sin terminar de creerse mis palabras.
- Dentro de veinticuatro horas volveremos a examinarla y tomaremos una decisión -dice al fin-. Las armas nos las quedamos nosotros.
Dudo, más que nada por lo de las armas. Pero tampoco es que las necesite si tengo que despedazar un par de podridos.
- Responderéis rápido si pedimos ayuda -digo.
- Tenemos siempre un vigilante en la azotea, os estaremos viendo durante todo el día. Si tenéis algún problema no os dejaremos tirados. Si os marcháis en algún momento de aquí sin justificación, perderéis la oportunidad de entrar. Y si traéis compañía indeseable, tomaremos a vuestros amigos como rehenes.
Le tiendo la mano a Marcus. Al menos, si pasara algo, habría dejado a Alex y Lukas en un lugar seguro. Espero que ese pensamiento me ayude a aguantar.

10 comentarios:

  1. Parece un sitio tranquilo, pero ¿Qué les deparará la noche? :S Marcus parece tajante en sus palabras...

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  2. Ciertamente, la noche parece que va a ser interesante. Es una situación potencialmente explosiva que se le podría ir fácilmente de las manos a Isaac según las circunstancias.

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  3. Bien como siempre.Ansio leerlos la siguiente entrada.

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  4. Estos vecinos me dan más mala espina que los zombies... Por un momento he pensado que iban a ejecutar a Mishel. Esperemos que la pobre chica no acabe siendo la cena de Isaac...

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  5. Bueno, y quién no desconfiaría de unos extraños? Es el Apocalipsis! Por cierto, veo a un par de seguidores que vuelven a acompañarnos en la aventura, bienvenidos! :)

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  6. Hum, la tensión bien, pero si he de decir algo, me parece poco creíble que una chica que acaba de sufrir una violación ceda tan fácilmente. Ok que estará tan cansada que no podrá ni discutir, pero me choca un poco.

    Ojalá llegue pronto el próximo =) ¡A ver qué se encuentran dentro Alex y Lukas!

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  7. Es triste que este sea el último capítulo publicado hasta ahora... Me siento abandonado.

    Sigo pensando que es genial este relato. Me fascina la inventiva y demás.

    Aunque pensándolo, ¿qué ha sido de los NPV? (¿Se llamaban así los tipos con máscaras antigas?) ¿Tendrán algo que ver los del pueblo con ellos?

    Espero con ansias la siguiente entrada.
    Contáis con un seguidor más desde Venezuela.

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  8. Tranquilo Cougar, habrá más entradas, estoy trabajando en las siguientes ahora mismo :)

    Por cierto, gracias por tus palabras de ánimo, me dan ganas de seguir escribiendo!!

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