miércoles, 26 de agosto de 2009

Asedio

En apenas unos segundos estábamos en el piso de abajo, armados y aterrorizados. Los crujidos y golpes procedentes de las ventanas y la puerta se escuchaban ahora con más claridad, acompañados por los escalofriantes gemidos de los muertos que intentaban entrar en el edificio. Mel, medio desnudo, empujaba una mesa hacia la puerta con intención de reforzar la pequeña barricada que habíamos construido antes. Mishel se encontraba en el centro de la estancia, completamente paralizada y con una expresión en el rostro que era el reflejo del pánico, sujetando la camisa de Mel entre sus manos temblorosas. Los golpes eran cada vez más fuertes.
- ¡Tenemos que contener el ataque! -gritó Mel desde la puerta-. ¡Hay demasiados ahí fuera para enfrentarnos a ellos!
Su voz actua como catalizador, y rápidamente nos ponemos en marcha, mientras el militar nos da instrucciones sobre qué hacer. Isaac corre a su lado para ayudarle a reforzar la puerta, los demás, nos dirigimos a las ventanas de la parte frontal, que parece ser la que está siendo atacada. Comienzo a empujar una estantería hacia una de ellas, mientras siento cómo mi pulso se acelera y una oleada de adrenalina recorre mi cuerpo.


Los golpes desde el exterior son brutales, Mel y yo rebotamos con cada embestida desde afuera, y la madera gruñe y se retuerce con los golpes. "Es inútil, su fuerza es muy superior a la humana y parecen incansables, la puerta no aguantará mucho.."- pienso mientras hago fuerza con todo mi cuerpo para sujetar la puerta junto a Mel. Miro a mi alrededor y la situación no es mejor para el resto de mis compañeros, Sam y Alexandra sujetan cada uno una ventana tapiada, mientras la madera cruje cada vez con más fuerza y las astillas saltan a su alrededor. Al otro lado de la estancia está Mishel, abro los ojos como platos al ver lo que está haciendo, ha descolocado varias tablas de las que tapiaban la ventana dejando una abertura para acceder al interior, entonces caigo en la cuenta, su ventana no está siendo atacada, ¿pretende escapar mientras entretenemos a los zombies?
-¡¡AAAAhhhhh!!- Un grito de mujer interrumpe mis pensamientos, uno de los malditos la ha atrapado por el brazo y tira violentamente de ella hacia el exterior, puedo oír entre el caos el crujido de su hombro al descolocarse del sitio, Mel me deja solo ante la puerta, cierro los ojos por un momento aguantando la embestida, que rompe una de las tablas provocando un agujero en la puerta por encima de mi cabeza.
En dos zancadas Mel se sitúa a la altura de Mishel, golpea violéntamente al zombi con su porra consiguendo que deje a su presa.
-¡¡Aléjate de la ventana!!- grita a la muchacha, mientras a patadas estampa la suela de su bota sobre los rostros de los malditos que intentan acceder desesperados al interior.
Inmediatamente después, algo entra como lanzado desde el exterior, derribando a Mel con mucha fuerza contra el suelo entre gruñidos y forcejeos. Mishel, gimoteando, se arrastra hasta las escaleras para iniciar el ascenso al piso superior, otra embestida me lanza de espaldas contra el suelo. Hay un nuevo agujero en la puerta, pronto accederán al interior.
-¡¡Subid, dejad las ventanas y subid!! -Grito mientras me incorporo y saco mi arma. Uno, dos, tres tiros, la criatura cae al lado de Mel mientras la maltrecha puerta no resiste la siguiente embestida y exhala un crujido definitivo entre astillas de madera. Los ojos vacíos de Mel me miran mientras se forma en su espalda una espesa capa carmesí. Esta muerto, con una horrible herida en el cuello, inerte.
Alex ayuda a Mishel a subir con dificultad, mientras Sam se coloca a mi lado, con el hacha presta dispuesto a todo. Otra ventana se abre con una nube de virutas de madera, y más demonios hambrientos entran en la comisaría. No dejo de disparar mientras la sangre salpica a Sam en sus brazos y rostro con cada hachazo.
-¡¡Sube maldita sea Sam, yo soy el que tiene el arma a distancia!! -grito a la dese
sperada.


Mi última visión de la planta baja de la comisaría me provoca un fuerte dolor en el pecho. Las ventanas que tratábamos de contener han saltado en pedazos, y el suelo está cubierto de cristales rotos y madera astillada. Sam e Isaac están retrocediendo a medida que los zombies ganan terreno. A un lado, en el suelo, veo a Mel. Bajo su cuerpo se ha formado un gran charco de sangre procedente de la herida en su cuello. Una estantería llena de archivadores ha caído encima de él, dejándolo atrapado a la altura de la cintura, pero no importa, ya está muerto. Me alejo de la dantesca escena oyendo los gritos de Isaac ordenando a todos subir al piso de arriba, tirando de Mishel que, dolorida y aterrorizada, apenas es capaz de articular las palabras.
- ¡Te colocaré el hombro después, ahora sube! -le grito, comenzando a perder los nervios. Llegamos a la segunda planta, pero ello no supone que estemos más seguras, sólo es cuestión de tiempo que suban hasta aquí. Le ordeno a Mishel que suba hasta la azotea, yo cojo un par de nuestras mochilas y la sigo. Oigo a alguien detrás de nosotras, rezo para que sea uno de los nuestros y corro escaleras arriba tan rápido como puedo. Finalmente, llego a la puerta que da acceso a la azotea, que Mishel mantiene abierta para que pueda pasar. Poco después, aparece Sam. Dice que Isaac sigue abajo. Entonces, escuchamos un fuerte estrépito y, por un momento, se hace el silencio.

6 comentarios:

  1. Para mí, sin duda, la mejor entrada hasta el momento.


    PD: First! XD

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  2. Pues espera a la siguiente y verás ;)

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  3. Pobre Mel... eso no me lo esperaba, ¡¿Pero a qué esperan a pegarle un tiro en la cabeza para que pueda descansar en paz?!... Novatos... xD

    Ains, ya estoy ansioso de la continuación...

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  4. GUAU!
    Acabo de leer todas las entradas!
    La cosa se pone tensa. Me ha gustado la manera de contar la historia en primera persona desde dos puntos de vista diferentes, ambos de personas diferentes. Es una novela en una palabra INCREÍBLE!

    Lo de Mel es una pena, y se le ha jodio el lío con Mishel. Por otra parte, espero que a Isaac no le pase nada...

    Espero impaciente la siguiente entrada.
    Saludos desde RIESGO BIOLÓGICO!!

    Seguid así.

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  5. No está nada mal el relato. Enhorabuena!!!

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  6. Me quedo un par de semanas sin conexión y cuando vuelvo la que se ha liado... madre mía!! Por dios, que alguien le pegue un tiro a Mishel de mi parte, la odio! Pobre Mel, era uno de los más entrañables y útiles...
    Por cierto, echo de menos descripciones morbosas de los zombies, alguna historia como la del pobre chaval que intentó sacrificar a su perro.
    Genial cómo se desarrolla la historia, estoy deseando leer la continuación!!

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