domingo, 14 de febrero de 2010

Una sensación familiar

Cuando Sam me hace la pregunta, ya estoy saliendo del apartamento. Oigo que vienen detrás de mí, pero no me detengo. Llego abajo y salgo a la calle, corriendo. Miro a todas partes, buscando alguna pista, algo que me indique por dónde ha podido marcharse Isaac, la forma de encontrarlo. Pero a mi alrededor no hay más que una calle desolada.
- ¡Isaac! -comienzo a llamarlo a voces, cada vez más enfadada-. ¡¡Isaac!!

Él no aparece, obviamente. Me cuesta creerlo, ¿cómo ha podido hacer algo así? Escojo una dirección cualquiera y continuo avanzando, aunque Sam no tarda en darme alcance.

- No sabemos dónde puede estar, Alex -me dice, agarrándome con fuerza de los hombros y mirándome directamente a los ojos, como para asegurarse de que lo estoy escuchando-. Yo tampoco quería que se marchara, pero vagar por la calle dando gritos no es la solución...

Bajo la mirada, avergonzada. No sé qué esperaba, ¿que Isaac apareciera de repente pidiendo perdón por habernos dado un susto como éste? No parece el tipo de persona que dé marcha atrás en sus decisiones.


Me doy cuenta de que un puñado de zombies, probablemente los que vagabundeaban por las calles de alrededor, se están acercando peligrosamente. Sam me pasa el brazo por el hombro, empujándome suavemente en dirección contraria.

- Vamos pequeña, volvamos a casa.


La bienvenida de Mishel no es demasiado calurosa. Nos espera en el portal del edificio, con los brazos cruzados sobre el pecho. Juntos, subimos de nuevo al apartamento.

- Deberíamos deshacernos de la muerta -dice Sam, señalando hacia la habitación donde está el cadáver. Me da la sensación de que busca algo que hacer, mantenerse ocupado, pero lo cierto es que el olor es cada vez más desagradable, así que después de todo accedo a ayudarle.

Había tocado cadáveres antes, pero nunca había sido tan asqueroso. Pasado de largo el rigor mortis, la mujer no es más que un trozo de carne inerte que pesa más de lo que aparenta. Entre los dos cargamos con ella hasta la ventana y, después de asegurarnos de que en la calle no hay nadie aparte de los zombies, la tiramos. El cuerpo produce un sonido sordo al impactar contra el asfalto que nos hace encogernos. Abajo, los despojos que se habían acercado, atraídos por mis gritos, se arremolinan alrededor de la mujer, pero pronto pierden el interés y comienzan a alejarse. Al menos, ha servido para que se olvidaran de nosotros. El último favor de nuestra desaparecida anfitriona.


Una vez nos quedamos solos de nuevo, nos sentamos en el salón. Me quedo callada tratando de no pensar, porque ya sé a dónde se van a dirigir mis pensamientos, y lo que menos me apetece ahora es discutir. No gano nada echando la culpa a los demás, pero... joder, Mishel, en qué mal momento apareciste. Sam parece captar mi hostilidad, ya que intenta actuar como pacificador.


- Intentemos pensar en algo, ¿de acuerdo chicas? -dice, sonriendo-. Intentemos pensar qué vamos a hacer ahora.


Eso, vamos a pensar. ¿Qué podemos hacer? Porque no se me ocurren muchas opciones...

- Ya intentamos salir de la ciudad... -comienzo-. ¿Podríamos intentarlo por otra zona?

- Es difícil que no esté todo el perímetro vigilado -dice Sam-. Pero tal vez si exploramos un poco podamos descubrir si hay algún punto por el que sea posible pasar.

- Deberíamos señalar de alguna forma que estamos aquí, para que vengan a rescatarnos -interviene Mishel. Sam niega con la cabeza.

- Según informó Mel, nadie está buscando supervivientes... nadie va a venir a por nosotros, me temo.


Ella empalidece de repente. No estaba con nosotros cuando Mel nos dijo que había poca o ninguna esperanza de rescate, así que no lo sabía.

- Además, no nos interesa captar la atención de compañía indeseable... -añado-. Los tipos de los trajes podrían volver a aparecer, y no parecían muy pacíficos.

La discusión se prolonga durante largo rato. Sin embargo, no hacemos más que dar vueltas en círculos alrededor de los mismos temas: no podemos salir de la ciudad, al menos por el momento, y tampoco esperar a que nadie venga a buscarnos, porque lo más probable es que no ocurra. No tenemos teléfonos ni forma de contactar con nadie. Así que, ¿qué nos queda? Tratar de sobrevivir hasta que podamos salir de este infierno, hasta que encontremos la forma de burlar la férrea cuarentena que los militares mantienen.
Al final, decidimos quedarnos aquí, en el apartamento, durante unos días. Tenemos alimentos y agua para aguantar cuatro o cinco. Luego... habrá que salir. Buscaremos zonas poco pobladas, bordearemos la ciudad por las afueras. Espero que en algún punto del viaje podamos salir de una vez por todas.

Tomada la decisión, se hace de nuevo un silencio incómodo. Sam se pone a reordenar el salón de manera que estemos más cómodos. Hemos dormido aquí esta noche, y probablemente lo hagamos las que quedan. Tres personas adultas y ni siquiera nos atrevemos a dormir solos...
A mi lado encuentro, tirado en el suelo, un papel arrugado con garabatos escritos. Es la nota de Isaac. Sin leerla, la cojo y me la guardo en el bolsillo. Mishel comienza a darle órdenes a Sam sobre cómo colocar los muebles. Creo que será mejor que me aleje de aquí para evitar otra discusión, así que salgo del apartamento y subo a la azotea.

La ciudad no parece más que un esqueleto de lo que era. Es increíble cómo todo se ha ido a pique en sólo una semana... Cómo nuestras vidas se han convertido en una lucha continua. Y después de todo, tengo la sensación de que algo se está repitiendo. Me siento igual que cuando era una niña: me asusta la oscuridad, tengo miedo de dormir sola, y mis noches están repletas de pesadillas por culpa de unos monstruos que no puedo sacarme de la cabeza. Igual que entonces, abandonada por la persona en quien más confiaba.

6 comentarios:

  1. Bueno, bueno... Empieza una nueva etapa y parece que trae información sobre el pasado... Hum. Interesante.

    Buena entrada!

    ResponderEliminar
  2. Pobrecilla Alex... Seguramente Isaac vuelva, tiene que volver y con jugosas novedades, simplemente salió a picar algo... :-S

    ResponderEliminar
  3. No está mal pero creo que ya va siendo hora de que emnpiecen a pasar cosas y la historia tome un rumbo.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  4. Tienes razón Alcorze, últimamente las cosas van lentas pero pronto tendremos acción de nuevo, promise!!!

    ResponderEliminar
  5. A mí me parece bien que se haga un paro en la historia para describir mejor a los personajes y darlos a conocer al lector. No todo va a ser matar y matar...

    ResponderEliminar
  6. Ahora estan en plan melodramatico, y aunque es lo que menos me gusta, va bien para conocer mejor a los personajes. Igual de bien que siempre, Ira

    ResponderEliminar