martes, 31 de marzo de 2009

Anochecer en el hospital St. Mark

Urgencias es un caos. Los heridos de los disturbios llegan por docenas, los familiares gritan presas del pánico. Incluso he visto algunos muertos... Demasiados gritos, demasiada gente, corro hasta radiología para descubrir que está saturado, vuelvo a la cortina donde tengo a dos niños que han sido pisoteados por la multitud, me traen a un policía inconsciente en una camilla, pero me doy la vuelta, una mujer llora con la cara cubierta de sangre. Tiene un corte abierto, pero no tengo material con que cerrarlo. Como una bala, subo al tercer piso, me llevo el material de consultas externas y bajo a urgencias de nuevo. La mujer sigue llorando, empiezo a cerrar el corte. A mi lado una camilla vacía. ¿Qué ha pasado con mi paciente?

Despierto con un lacerante y terrible dolor de cabeza, los gritos, llantos y el caos general que se respira se adueñan de mi...sin duda el hospital esta saturado por la revuelta, inspiro profundamente y siento un fuerte dolor en el costado, me levanto pesadamente e intento alejarme del bullicioso caos reinante en el hospital.
Camino unos pasos y pienso que seria recomendable encontrar algo con que vendar me o alguien que pueda atenderme, cuando veo una mujer sospechosa meterse tras una enfermera en una habitación...todo seria normal, si no la hubiese visto caminar tan tranquilamente con la boca goteando sangre de una forma tan exagerada, me apresuro a entrar y comprobar que todo esta en orden.


Termino con la mujer y la dejo sollozando mientras voy en busca de más vendas. Aparto camillas y sillas de ruedas y me abro paso entre la multitud. Necesito esas radiografías ya, vuelvo a radiología sólo para que me digan que tengo que esperar otra hora. "Lo siento doctora Sky, estamos hasta los topes". Decido ir a por más material mientras tanto, pero al pasar por delante del depósito de cadáveres algo me detiene. Se oyen golpes rítmicos. La puerta metálica se estremece con cada embestida. Todo mi cuerpo se estremece con ella. Corro a buscar ayuda. No podemos dejarlos salir.

La imágen no podia ser más escabrosa, esa "mujer" se estaba alimentando de alguna manera de la enfermera, me miró inmediatamente nada más entrar i se abalanzó sobre mí, dos certeros disparos resonaron en el hospital...
Salgo de la habitación y el revuelo es indescriptible, gente pugnando por salir, alguien grita, y un celador me advierte de que el apocalipsis ha llegado, ¡¡los muertos andan!!
Y es entonces cuando uno de los guardias de seguridad del hospital advierte que la puerta de la morgue ha caído, que el hospital no es seguro. Rápidamente tomo posición tras un mostrador i empiezo a disparar, ganar tiempo para la evacuación del hospital es lo único que puedo hacer....un disparo...dos....tres....


Casi no puedo respirar. Una multitud presa del pánico se abalanza sobre mi buscando una salida. Una ráfaga de pensamientos pasan por mi cabeza. He visto esto antes. He visto estos síntomas. Una mujer, con una mordedura, hace tres días, murió y se levantó a las pocas horas. Pensamos que habían certificado su muerte por error. No era un error. Estaba infectada.
No me da tiempo a pensar nada más. Una mano helada me agarra y tira de mi. La descarga de adrenalina me da fuerzas para liberarme de su presa y echo a correr. Salto por encima de un mostrador y caigo al suelo, a mi lado oigo un disparo y me estremezco. Levanto la vista, un joven vestido de policía, también en el suelo, me apunta con una pistola. Me quedo paralizada por el miedo, él me mira sorprendido y desvía el cañón hacia uno de los cadáveres andantes. Lo reconozco, es mi paciente desaparecido. Juraría que está herido. "¡Hay que salir de aquí!" grito por encima del estruendo. Niega con la cabeza, un gesto de dolor le cruza el rostro. Tiro de él para ponerlo en pie y paso su brazo por mi hombro. "¡No puedes cargar conmigo!" dice. Damos unos pocos pasos. "Yo creo que sí. Ocúpate de mantener a los muertos a raya". Dispara, avanzamos un poco más. Sólo quiero despertarme de esta pesadilla.


No respiraba con dificultad, ni me temblaba el pulso, los años de entrenamiento en la academia y las prácticas diarias de tiro servian para algo. Con la doctora como guía no fue difícil encontrar la salida, bajamos por las escaleras de emergencia que tan bien conocia el personal del hospital y aproveché ese paréntesis para recargar mis últimas balas.
El panorama era desolador, ante el hospital una batalla campal, coches cruzados en medio de la carretera, policias y militares intentaban combatir como podian entre civiles, heridos y los malditos que no dejaban de aumentar su número con cada baja.
¡¡Corre!! -grité mientras señalaba un edificio que sobresalía a la vuelta de la esquina, luchando por soportar el dolor de mi costado. Disparé, seguimos corriendo, giramos la esquina y dejamos atras el horroroso bullicio de gritos, disparos y muerte.

7 comentarios:

  1. A decir verdad esta entrada, como las anteriores, tiene ritmo y se lee con facilidad. No cuesta nada imaginarse la escena cerrando los ojos, y ver el hospital colapsado por la catástrofe. Y seguir de la mano a los personajes.

    Os seguiré leyendo, en cuanto tenga un rato libre. Un saludo a los dos autores.

    ResponderEliminar
  2. Com enganxa aquesta història! Hauré de deixar els següents capítols per a un altre dia, sinó passaré tota la vesprada sense fer la faena que tenia programada... Enhorabona a tots dos!

    ResponderEliminar
  3. Muy emocionante. Se transmite bien el caos, la locura, la sangre, la sensación de que el peligro está aquí, muy cerca. Palpitante. Lo de la puerta de la morge que ha caído tiene gracia, da muy bien sensación de guerra.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Bastante bueno el inicio, muy sensorial, casi "percibo" el bullicio descrito... felicidades

    ResponderEliminar
  5. Salvo algunos errores de ortografía... el relato es muy bueno y ya me tiene enganchado desde el primer capítulo.
    Espero con ansías conocer el resto de la historia.

    ResponderEliminar
  6. Retomo la lectura después de un par de semanas de locura en el trabajo.

    Como dicen por ahí arriba las eswcenas están muy bien plasmadas y el modo de hacerlo en mini pinceladas con los que se perfilan como los dos protagonistas me ha gustado.

    Hay una cosa que me descoloca un poc y es la reacción de la doctora ante los golpes en el depósito de cadáveres. Creo que ahí harái falta un poc más de explicación y que la protagonista no supongo de inmediato que los muertos de dentro se han levantado (aunque claro, puede ser cosa mía).

    ResponderEliminar
  7. Gracias por las sugerencias, Archivista, lo tendré en cuenta cuando revise el texto :)

    ResponderEliminar