Paso varias horas deambulando sin rumbo. Mi plan llegaba hasta el momento de dejar a Alex y los demás en un lugar seguro y asegurarme de que estaban a salvo. Más allá de eso, no había pensado nada. Quizá creía que moriría o me convertiría definitivamente en un zombi descerebrado, pero lo cierto es que nada de eso ha ocurrido, y ahora me siento extraño y desorientado. No sé hacia dónde ir... no quiero volver a la ciudad, no es más que un hervidero de podridos y de hijos de puta. Vagar por las calles de Cornwell como estoy haciendo ahora tampoco es un buen plan a largo plazo, sabiendo que la comida normal me pone enfermo y que aquí no hay mucha carne fresca que cazar. Sin embargo, explorar zonas nuevas tampoco me atrae mucho por el momento, estoy demasiado cansado para eso, así que acabo tomando el camino por el que llegamos al pueblo.
Hacia mediodía, el cansancio y el hambre empiezan a pasarme factura. Tampoco ayuda que el sol me caiga de lleno encima. Me atonta, me vuelve más lento y más torpe. Creo que a los zombis les pasa algo parecido. No me gusta parecerme a ellos.
Me desvío del camino y me meto entre los árboles, buscando una sombra. En realidad, no hace mucho calor todavía. Queda poco para el verano pero el aire todavía es fresco. Creo que lo que me afecta, más que el calor, es que haya tanta luz, así que me siento bajo un árbol y cierro los ojos. Me quedo así, quieto, escuchando el silencio y los ruidos del bosque. Oigo a los insectos, el roce de las hojas, las criaturas que corretean y se esconden por encima de mi cabeza entre las copas de los árboles. Mi oído parece haberse vuelto más fino y creo ser capaz de seguir el trayecto que recorre algún animalillo no muy lejos de aquí. Algo corre sobre las ramas, sobre las hojas, y yo tengo hambre. Me esfuerzo en escuchar con atención, tratando de adivinar el recorrido de la criatura, y me doy cuenta de que viene hacia mí. Siento el impulso de levantarme y saltar a por ella, pero lo poco que sé de los animales que viven en los bosques es que salen huyendo al menor ruido, así que hago un esfuerzo de contención y me quedo inmóvil esperando que mi presencia pase inadvertida. No es fácil, porque la posibilidad de comer me activa mucho, y las extremidades me arden en un hormigueo eléctrico que me da ganas de saltar, correr y destrozar lo que encuentre. Pero no puedo actuar así si quiero sobrevivir en este mundo. Debo ser un cazador, un estratega.
"Onegai shimasu"
Escucho la voz de mi antiguo entrenador en mi cabeza. Siempre empezaba así las sesiones de práctica: onegai shimasu. "Por favor". Yo tenía la energía de cualquier adolescente rebosante de hormonas, pero durante los entrenamientos, siempre conseguía concentrarme. Intento recuperar aquella sensación de control, aunque es complicado. Ahora me veo obligado a dominar un impulso mucho más intenso, el hambre atroz que me consume y que me ha obligado a apartarme de la única persona que me importaba en este maldito apocalipsis.
Unas patas diminutas dan un salto justo por encima de mi cabeza, abro los ojos, me pongo en pie y salto hacia donde está el animal. Me cuelgo de una rama y estiro rápidamente el brazo para cogerlo, pero en lugar de eso la rama se parte y caigo de espaldas al suelo. La ardilla se escapa y, con el estruendo que he causado, no creo que vuelva.
Y sigo teniendo hambre.
Me adentro más en el bosque, un buen trecho, hasta perder de vista el camino. Esta vez procuro ser silencioso. De vez en cuando, me paro a escuchar, hasta que vuelvo a oír a los animales, y entonces me detengo del todo y repito la operación. Me arrodillo en el suelo, las manos descansando sobre los muslos, y me concentro en los sonidos que me rodean hasta que sé que hay algo cerca, y entonces trato de cazarlo. Sin embargo, es difícil, muy difícil cazar así. Al final del día, solamente he conseguido comerme una ardilla, y sigo hambriento. Tengo que cambiar de estrategia, tal vez tender trampas a mis presas en lugar de tratar de cogerlas sin más. Dispararles no es una opción, tengo poca munición y podría necesitarla para algo más importante. Además, un disparo fallido ahuyentaría a todas las presas potenciales en muchos metros a la redonda. Llevo cuerda, un cuchillo y un mechero en la mochila, pero no sé si será suficiente con eso. Podría buscar algo más en otro lugar... de hecho, no debo de estar muy lejos del cordón militar. Dejaron cientos de cosas abandonadas allí.
Creo que puedo llegar antes de que sea de noche, así que busco de nuevo el camino y me dirijo de vuelta. No es un lugar al que desee volver, pero podría ser útil, podría incluso encontrar un nuevo vehículo, o armas, o unas botas nuevas. Unas botas ligeras para el verano, eso sería genial. Aunque no sé dónde estaré cuando llegue el verano. Debería pensar en un plan, hacer algo para mejorar mi situación, aunque no se me ocurre qué. No sé muy bien dónde encaja alguien como yo en este mundo.
Ya veo algunos de los vehículos del ejército, todavía un poco lejos, cuando escucho ruidos detrás de mí. Me doy la vuelta sobresaltado, poniendo sin darme cuenta todo el cuerpo en tensión, preparado para atacar. Miro a mi alrededor, pero no hay zombis, ni humanos, ni nada, así que sigo andando. Sin embargo, poco después, los ruidos continúan, como si alguien me estuviera persiguiendo. Cada vez que me vuelvo, no hay nada. Puede que me esté volviendo loco.
Enfadado, me doy la vuelta y espero, en mitad del camino, a que lo que sea que haya venga a por mí. Al final veo, entre unos árboles, a un perro que se esconde al darse cuenta de que lo he visto.
Me quedo un rato mirando el lugar donde estaba, y sacudo la cabeza. Loco, sí. Puede que ya lo esté.
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ResponderEliminarSera que la gana el fa delirar, tinc curiositat de saber com acabara el pobre.
ResponderEliminar¿Espejismos ya? No está mal tener un perro imaginario como compañero, aunque mejor si es de verdad... Por un momento soñé que podría ser una cría o un adolescente, daría juego, creo.
ResponderEliminarLa soledad y la magnitud de un desastre así pueden abrumar a cualquier persona normal me parece, y en el caso concreto de Isaac, ya sin ningún apoyo, la transformación aún puede ser más impredecible y completa. Habrá que ver si consigue conservar algún lazo con la persona que era.
ResponderEliminarOMAIGASHNOOELPERROO! :'( No sé por qué, pero me da la sensación de que, aparte de la oportunidad de que lo "adopte como compañero", está la de "la ardilla no fue suficiente". Isaac ahora me provoca angustia con la situación de casi zombie (xD), ya que no sé con certera qué es lo que puede hacer (y tú lograr que haga, obvio).
ResponderEliminarMe gustó la parte que hacía alusión a Alex y su "estrecha" relación; por lo menos ahí vi que sigue manteniendo su lado humano más cerca que el de "supervivencia".
Muy bueno. Sigue así! ;)
No sabéis la alegría que me da recibir vuestros comentarios :)
ResponderEliminarMe gusta que especuléis respecto a Isaac, puede que me deis alguna idea!
Cuando la siguiente? estoy esperando!
ResponderEliminarVZ
Pronto! Está en proceso de ser escrita :)
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